Aun apostando por el blanco en las paredes, veréis que en toda la vivienda se repiten los colores vivos: amarillos, azules, naranjas, verdes, rojos... Los encontramos en cojines y mantas, en el verde de las plantas, y como no, en los dibujos infantiles que decoran las paredes. También están en algunos muebles, como por ejemplo las estanterías del salón-comedor o la silla de hierro amarilla del cuarto infantil, que repintamos para la ocasión con algo de pintura a la tiza. Es muy fácil darle un aire nuevo a los muebles con este tipo de pintura. ¡Probadlo y veréis!